Sinopsis:
En 2012, después de haber estado más de 500 años perdidos, los restos de Ricardo III de Inglaterra fueron descubiertos bajo un parking de Leicester. Pese a la incomprensión de su familia y al escepticismo de los expertos, los esfuerzos de la historiadora amateur Philippa Langley dieron sus frutos.
Creo que más de una vez he mencionado la envidia que me producen el amor y la valoración que muestran los británicos por su historia, su literatura y su arte. Que conste que no abandero el chovinismo, pero el legado español no va a la zaga y no sabemos enorgullecernos.
Esta película ilustra este asunto, de hace apenas una década, cuando una señora se empeña en encontrar, contra viento y marea, la tumba del rey Ricardo III. La imagen negativa de este monarca nos llega a la mayoría por la obra de Shakespeare, que conozco por la serie The Hollow Crown, protagonizada por mi admirado Benedict Cumberbatch, cuya presencia en el entierro del rey Ricardo se menciona en la película..
La película es muy entretenida, bajo la batuta de Stephen Frears y con un reparto excelente, como suele pasar en las producciones británicas.
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