Sinopsis:
Tras una inesperada tragedia familiar, tres generaciones de la familia Deetz regresan a Winter River. La vida de Lydia, todavía atormentada por Bitelchús, da un vuelco cuando su rebelde hija adolescente, Astrid, descubre la misteriosa maqueta de la ciudad en el desván y el portal al Más Allá se abre accidentalmente. Con los problemas que se avecinan en ambos reinos, es sólo cuestión de tiempo que alguien diga el nombre de Bitelchús tres veces y el travieso demonio regrese para desatar su propio caos.
Una tarde vimos en casa Bitelchús, Bitelchús, aunque la copia no era muy buena, la verdad. De todas formas, no habría ido al cine a verla, que no soy devota del personaje. Sé que en su día vi la película original, supongo que alquilada en el videoclub en VHS, y no tengo memoria de haberla revisionado.
Para empezar, no me cae bien Michael Keaton, lo reconozco, y en aquella época tampoco me entusiasmaba el universo de Tim Burton. Como mi recuerdo es mínimo, supongo que me perdí la mayoría de las referencias a la primera película y más de una vez pregunté a Pedro quién era aquel o si salía en aquella.
Aun así, es entretenida, con el sello propio del director y la presencia de su actual pareja, la divina Monica Bellucci, esa (o)diosa que no aparenta ni de lejos la edad que tiene, que es la mía. Qué cochina es la envidia.
No hay comentarios:
Publicar un comentario