En la entrada anterior me quejaba de las mentiras del cine de animación, en concreto del personaje de Beowulf.
La voz y más o menos el rostro son de Ray Winstone que es el cincuentón que veis sobre y debajo de estas líneas.
Y diréis: pues no parece tan cachas como la imagen de la película que puso Carolina. Pues no, el cuerpo corresponde a este chaval que se llama Aaron Stephens.
No hace falta ser muy avispada para ver las diferencias, ¿no?
Para no empacharos, voy a descansar de tíos macizos por unos días.
La voz y más o menos el rostro son de Ray Winstone que es el cincuentón que veis sobre y debajo de estas líneas.
Y diréis: pues no parece tan cachas como la imagen de la película que puso Carolina. Pues no, el cuerpo corresponde a este chaval que se llama Aaron Stephens.
No hace falta ser muy avispada para ver las diferencias, ¿no?
Para no empacharos, voy a descansar de tíos macizos por unos días.
1 comentario:
Cómo no se me ocurrió a mí estudiar para masajista de tíos buenos?, encima nos pagarían, chicas
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