Sinopsis:
En una calurosa jornada de junio del año 1497, el papa Alejandro VI, Rodrigo Borgia, es informado de la muerte de su hijo predilecto. El cuerpo de Juan, duque de Gandía, acaba de ser encontrado en un vertedero del Tíber, cosido a puñaladas. La cantidad de puñaladas que presenta el cadáver evidencian la saña que se ha empleado en la comisión del crimen. A muy pocos coge por sorpresa el trágico final. El joven Borgia fue un hombre engreído y caprichoso, mimado por su progenitor, el papa Alejandro VI, quien cifraba su ansia de prolongar el poder de los Borgia en este conflictivo vástago. Había, pues, demasiadas personas interesadas en su desaparición. Así, el esclarecimiento de los hechos parecía una empresa complicada.
Se trata de una novela histórica sobre la familia Borgia y la presencia española en Roma, que se lee como un relato de intriga sobre uno de los episodios más oscuros de la Edad Moderna. Por el título del libro, pensaba que se refería a César, el más popular de los hijos de Rodrigo Borgia, al menos para mí por otros libros como “O César o nada” o películas como “Los Borgia”.
Al parecer, al joven Juan lo mataron para hacer daño a su padre. La lista de los enemigos del papa era interminable y en ellos se centra la novela. Además de rivales políticos y religiosos, había integrantes de su propia familia que le profesaban una gran animadversión. Era el caso de su hermano pequeño, Jofré, el cual tenía fundadas sospechas de que de los encantos de su mujer, la voluptuosa Sancia, también disfrutaba, a sus espaldas, el duque de Gandía. Incluso César, el mayor de los cuatro hermanos nacidos de la relación entre Rodrigo Borgia y Vannozza Cattanei, sentía celos de Juan. No sólo por los privilegios que le ofrendaba el padre de ambos, sino por las relaciones incestuosas que Juan mantenía con Lucrecia. En fin, la lista de potenciales homicidas era bastante larga...
Como era de esperar no sólo por las circunstancias históricas sino también porque las autoras son italianas, los españoles de aquella época eran lo peor de lo peor, así que nos ponen bastante a caldo. Y es que debía de sentarles muy mal que la península itálica estuviese dominada por la familia Borgia, unos advenedizos valencianos.
Presenta la novela tal entresijo de influencias e intereses que a veces resulta confusa. Sin que sirva de precedente, os recomiendo que mejor veáis la película.
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