A partir de hoy viernes santo se realiza desde hace como 100 años "La Pasión de Cristo" en un lugar de la capital del país llamado Iztapalapa, siguiendo sábado y domingo, con la representación de los últimos días de Cristo. Todo iría muy bien, ya que la fé católica le gusta recordar ésto, pero el problema surge cuando la representación se vuelve como en la película de Mel Gibson (¿se acuerdan de ella? donde los latigazos y golpes eran tan reales), se convierte en algo sangriento y poco agradable a mi muy particular forma de ver las cosas, como que la gente se fanatiza y hay personas que se flagelan ellos mismos en respuesta de lo que le pasó a Jesús. No soy partidario de esa parte de la religión católica como tampoco de lo que algunos sacerdotes hacen con los niños, noticia que se ha convertido en pan de cada día en la actualidad, aunque siempre ha existido. La iglesia necesita renovarse y llevar las cosas como deben de ser, yo no veo un Dios vengativo y castigador, que inspire miedo en lugar de amor y respeto, creo que soy creyente pero no afecto a las iglesias. Todo sería muy diferente si las cosas fueran como deberían de ser, sin intervención de la mano del hombre que muchas de las veces estropea todo por su fanatismo, su avaricia y su sed de poder.
sábado, 3 de abril de 2010
LA PASION EN SEMANA SANTA
A partir de hoy viernes santo se realiza desde hace como 100 años "La Pasión de Cristo" en un lugar de la capital del país llamado Iztapalapa, siguiendo sábado y domingo, con la representación de los últimos días de Cristo. Todo iría muy bien, ya que la fé católica le gusta recordar ésto, pero el problema surge cuando la representación se vuelve como en la película de Mel Gibson (¿se acuerdan de ella? donde los latigazos y golpes eran tan reales), se convierte en algo sangriento y poco agradable a mi muy particular forma de ver las cosas, como que la gente se fanatiza y hay personas que se flagelan ellos mismos en respuesta de lo que le pasó a Jesús. No soy partidario de esa parte de la religión católica como tampoco de lo que algunos sacerdotes hacen con los niños, noticia que se ha convertido en pan de cada día en la actualidad, aunque siempre ha existido. La iglesia necesita renovarse y llevar las cosas como deben de ser, yo no veo un Dios vengativo y castigador, que inspire miedo en lugar de amor y respeto, creo que soy creyente pero no afecto a las iglesias. Todo sería muy diferente si las cosas fueran como deberían de ser, sin intervención de la mano del hombre que muchas de las veces estropea todo por su fanatismo, su avaricia y su sed de poder.
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2 comentarios:
Tampoco soy partidaria de las flagelaciones ni de "promesas" más habituales por aquí como el andar descalzos en las procesiones. Me parece un chantaje a Dios, no sé cómo se atreven.
Pues si vieras por aqui, en la procesión del Abuelo, la de más devoción, iba un nazareno andando a gatas detrás del paso. Años atrás era más habitual, lo que pasa es que lo prohibieron después. Este año no sé que habrá pasado.
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