martes, 20 de abril de 2010

Furia de titanes


Sinopsis:
Cuenta la historia de cómo la lucha por el poder enfrenta a los hombres contra los reyes y a los reyes contra los dioses. Pero la guerra entre los dioses podría destruir el mundo. Nacido como un dios pero criado como un hombre, Perseo (Sam Worthington) se ve incapaz de salvar a su familia de Hades (Ralph Fiennes), el dios vengativo del inframundo. Al no tener ya nada que perder, Perseo se ofrece a liderar una misión peligrosa para derrotar a Hades, antes de que éste pueda arrebatar los poderes a Zeus (Liam Neeson) y pueda desatar el infierno en la tierra. Encabezando a un grupo de guerreros valientes, Perseo inicia un viaje peligroso hacia el fondo de los mundos prohibidos. Combatiendo a demonios y a bestias terribles, sólo podrá sobrevivir si es capaz de aceptar sus poderes como dios, de vencer a su destino y de crearse un destino propio.

Hacía semanas que no íbamos al cine y un día de vacaciones, aprovechando que era el día del espectador, entramos a ver esta película. Lástima de dinero. A ver, no es que me aburriera, pero no me aportó nada, excepto los bellos paisajes agrestes de Lanzarote. Salvando las distancias de enfoque, la historia es la misma que la de Percy Jackson y el ladrón del rayo que ya os comenté, por lo que parece que la mitología vuelve a estar de moda. Los actores están muy desaprovechados, diluidos en un aluvión de efectos especiales. Además, Sam Worthington, por muy macizo que esté, tiene una cara inexpresiva que no me dice nada. Cosa curiosa, es el único imberbe y de pelo cortísimo entre los demás barbudos provistos de pelucones horrorosos. Liam Neeson con armadura plateada resulta risible, pero ni punto de comparación con un Ralph Fiennes caracterizado como el primo paleto de Voldemort. Una lástima.

3 comentarios:

Johnny dijo...

Hay muy buenos comentarios sobre ella, habrá que verla

Johnny dijo...

Pero con esa reseña, me reservo mi opinión y tal vez no la vea

carolina dijo...

A mí no me importaría verla, aunque sé que el verdadero punto fuerte de la cinta serán los efectos especiales. Puede que no sea mucho, pero hay veces que es una gozada toda la parafernalia visual que puede desplegar una película de ese tipo. Lo mejor sería que se pudieran juntar un buen guión, buenas interpretaciones y efectos espectaculares, pero hoy por hoy parece difícil. No obstante, si se consiguiera estaríamos ante una auténtica pasada.
Entretanto, habrá que conformarse con los Titanes recauchutados.