Sinopsis:
Daniel, un niño chileno de 8 años, vive con sus padres que son panaderos de toda la vida. El niño les ayuda durante los fines de semana por que le encanta el oficio, sobre todo amasar la harina. Un día les invitan a cenar a un restaurante chino y allí descubrirá las típicas galletas de la fortuna, las que guardan un mensaje revelador en su interior..
Como habéis comprobado, de vez en cuando tomo prestado de la biblioteca un libro infantil que me llame la atención por la portada, por el formato, por el título o cualquier otra razón peregrina.
En este caso fue un poco de todo, pero no fue hasta que me puse a leerlo que me fijé en el nombre del autor: Antonio Skármeta. ¿No es el escritor conocido por El cartero de Neruda? En efecto. De modo que, por casualidad, encontré uno de esos casos en que un autor de renombre incursiona en la literatura infantil.
En una sencilla historia sobre una familia de panaderos mapuches chilena que llegan a innovar el negocio gracias a la casual colaboración con unos chinos. En unos pocos párrafos nos enseña una lección para combatir el racismo y la xenofobia, además de fomentar el I+D nacional. Por supuesto, esto no es lo que captan los niños. Ahí reside la grandeza de los buenos autores del género, en saber ofrecer una múltiple lectura para lectores de todas las edades.
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