Sinopsis:
Cuando Enola, la hermana adolescente de Sherlock Holmes, descubre que su madre ha desaparecido, no duda en emprender su búsqueda. Tendrá que emplear todas sus dotes detectivescas para que su famoso hermano no dé con ella. Y para desentrañar la conspiración en torno a un misterioso y joven lord.
Sherlock Holmes es el personaje de ficción que en más ocasiones ha sido llevado a la pantalla. Algo tendrá cuando no nos cansamos de verlo reinventado una y otra vez.
Aquí, sin embargo, se limita a ser un secundario. La protagonista es su hermana pequeña, la Enola Holmes del título, personaje que nunca aparece en las novelas de Sir Arthur Conan-Doyle.
La joven protagoniza una serie de novelas escritas por Nancy Springer. No las he leído pero, a tenor de la película, seguro que me habrían encantado en mi adolescencia.
Millie Bobby Brown está ideal, a pesar del encorsetamiento de sus incómodos ropajes, usando el cerebro para descifrar enigmas y el resto de su físico para defenderse de los agresores. Pero su verdadera lucha es contra las trabas que asfixian a las mujeres en aquella época, y así vemos los albores del feminismo con las sufragistas. El enemigo está representado por el inmovilista Mycroft, el mayor de sus hermanos, un acertado Sam Claflin que no puede mostrar lo guapo que es. La competencia en belleza va a cargo del más que atractivo Henry Cavill, que aquí se contiene, sin enseñar cuerpazo ni su adorable sonrisa. Su Sherlock es un poco más empático que el que conocemos en sus múltiples versiones, lo que, al contrario de lo que se le ha reprochado, no lo veo como una traición al personaje, ya que se halla en su justa medida.
Estaré encantada de ver la continuación cuando la rueden.
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