Representación de la visita teatralizada "Una boda en el Museo", donde nuestros protagonistas nos cuentan muchas historias de nuestra alfarería a la vez que organizan los preparativos del banquete de boda, recuperando una costumbre que se producía a veces en las alfarerías.
A falta de Feria Artesanal y Gastronómica, el Ayuntamiento organizó otros eventos donde se pudieran cumplir las normas de seguridad. Ese mismo viernes 9 por la tarde me acerqué a la plaza de España a ver un concierto de la Colla La Taranina, una agrupación de dulzainas y tamboriles, tan típicos de nuestro folklore.
Los otros eventos eran rutas turísticas. Al ser el aforo limitado, las plazas se agotaron enseguida. Me dio igual perderme la ruta de la alfarería o la de las campanas, porque las he hecho otros años; no así la visita teatralizada al Museo de Alfarería, titulada Una boda al Museu, que era la primera vez que se representaba. El domingo 11 me llamó mi hermana para decirme que la nuera de su amiga, una de las actrices, le había informado de dos bajas en una función y nos las habían ofrecido. Fue una representación muy divertida a la par que instructiva, ya que explicaba la vida cotidiana de Agost en los años 40, con la importancia de la alfarería que se fue perdiendo con la llegada del plástico.
En la foto de arriba, con mi prima Carolina, que también participaba.
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