Antes de empezar el horario vespertino-nocturno, el martes 13 cogí el autobús con tres guapetonas más y nos fuimos a pasar la tarde a un centro comercial de Alicante. Aunque la intención no era comprar, en mi caso no me resistí a un jersey. Nos la pasamos en grande entre tiendas y risas. .
De vuelta en San Vicente, con tiempo suficiente antes de coger el bus de regreso a Agost, dimos cuenta de una buena merendola. Mira si tendríamos ansia viva por comer que se nos pasó hacer una foto a las exquisiteces para dar envidia al resto de la cuadrilla que no pudo acompañarnos. Otra vez será.
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