Sinopsis:
Cuatro años después de la destrucción de Isla Nublar, los dinosaurios ahora conviven -y cazan- con los seres humanos en todo el mundo. Este frágil equilibrio remodelará el futuro y determinará, de una vez por todas, si los seres humanos seguirán en la cúspide de los depredadores en un planeta que comparten con los animales más temibles de la creación.
El sábado 11 volví al cine a ver la tercera entrega de esta saga. Está entretenida, no lo niego, que no miré la hora en las más de dos horas de metraje. Sin embargo no aporta nada novedoso respecto a las dos anteriores. Qué flojo está J. J. Bayona, pensé, y luego vi en los títulos de crédito que él no dirige esta tercera entrega. He repasado lo que escribí en el blog (por cierto, mil gracias por tus comentarios) de las dos anteriores, y podría hacer un corta y pega. Es más de lo mismo, aunque con más bichos gigantescos que se pelean en plan Godzilla versus Kong.
La otra diferencia es la presencia del trío de actores de la trilogía inicial: Laura Dern, Sam Neill y Jeff Goldblum. La nostalgia se vende bien, ya sabes. La pena es que no se les saca el provecho que se merecen. Nunca he entendido del todo la fascinación que ejercen los dinosaurios en los niños, incluso en tan pequeños como Marc, que se los conoce de memoria y sabe identificarlos.
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