El lunes 6 mi amiga Rosa invitó a las Guapetonas a comer para celebrar sus cumpleaños de 2020 y 2021, que anuló por coincidir con picos pronunciados de covid. Para el pasado 21 de diciembre, la fecha de su cumpleaños, también estaba prevista la entrega de regalos de la amiga invisible, así que la efectuamos con medio año de retraso. Habrá quien piense: mejor haberlo dejado para el diciembre próximo. ¡No, hija, no! Que aquí se celebra todo.
Lo curioso es que algunos regalos estaban comprados para la época, por lo que tenían un destino más invernal. No importa, porque en unos meses servirán. Así, Loli recibió un gorro de lana y Mariloli un bolso y unos guantes. Paqui, unas zapatillas.
Merce y Toñi, sendas blusas.
Encarni, un collar y una pulsera.
Rosa, un bolso portamóvil.
Nieves, cremas faciales y un libro.
Leonor, un pijama de verano.
Y yo, un sombrero y un abanico. Lo pasamos en grande con el reparto. Rosa había llevado al bar una bolsa grande de basura donde metimos los paquetes conforme íbamos entrando. Parecía Papá Noel. Qué risa. Lástima que no me pude quedar a la sobremesa porque debía volver al trabajo.
1 comentario:
Así da gusto celebrar cualquier cosa, por mucho que los regalos sean más propios de otra estación. Total, con este tiempo tan loco que tenemos, lo que veas.
Y felicidades a Rosa, la bicumpleañera y (creo que) Repostera Mayor de las Guapetonas.
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