Sinopsis:
Relata el romance clandestino de dos hombres muy diferentes que se encuentran en la Washington de la era McCarthy. La historia del carismático Hawkins Fuller y el idealista Tim Laughlin, sus idas y vueltas durante la guerra de Vietnam, el hedonismo de la época disco de los '70, hasta llegar a la crisis del SIDA en los ’80.
A lo largo de los ocho episodios de esta miniserie me he enamorado de los dos protagonistas de una intensa historia de amor que transcurre desde la década de los cincuenta, con el mccarthismo castrante para comunistas y gais, y los ochenta, cuando este último colectivo sufrió la plaga SIDA sin ningún apoyo gubernamental, más bien al contrario.
La serie no llegaría a impactar y emocionar si no fuera por el impresionante trabajo y la química de los dos actores, Matt Bomer, que no se puede ser más guapo, y el británico, que no lo parece, Jonathan Bailey, al que conocí en Los Bridgerton. Por cierto, nunca había visto tantas escenas de sexo gay en una serie.
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