Sinopsis:
Joan Castleman no ha podido hacer realidad su sueño de ser escritora porque ha estado a la sombra de su marido Joseph, escritor que sí ha tenido gran éxito en el mundo de la literatura. Por eso, Joan decide terminar con la relación mientras éste viaja a Estocolmo para recibir un prestigioso premio.
Al minuto de empezar a ver esta película me dije que no me era nueva. Y no es que la hubiese visto previamente sino que había leído la novela de Meg Wolitzer en la que se basa, en concreto a principios de año, razón por la cual aún la tenía fresca. Más de lo que pensaba, dada mi escasa memoria, y me acordaba bastante.
El comentario podría ser el mismo que publiqué tras la lectura porque es bastante fiel. Abundaré aquí en la elegancia y contundencia del trabajo de Glenn Close. Su hijo es interpretado por Max Irons, al que, por mucho que lo miro, no le encuentro la prestancia de su padre, Jeremy Irons.
En cuanto a la película, quizá se vea lastrada por un exceso de diálogos y, en mi caso, cierto aburrimiento, porque conocía la trama y el desenlace.
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