Sinopsis:
La historia de los decididos oficiales de Scotland Yard que trabajaron para demostrar quién era el responsable de la muerte de Alexander Litvinenko, en una de las investigaciones más complejas y peligrosas en la historia de la Policía Metropolitana.
Más de una vez he comentado el inconveniente de ver series o películas basadas en hechos reales: a poco que se conozca la historia, se pierde el interés por lo que pueda pasar a continuación. No ha sido este el caso, aunque con ello admita mi ignorancia en hechos históricos que han transcurrido hace relativamente poco. Por supuesto que me sonaba el nombre de Litvinenko y que fue asesinado con plutonio, pero nada más. Así pues, me interesé por la historia de esa familia rusa trasplantada a Londres adonde llega la venganza de Putin.
La muerte de Litvinenko desencadena la investigación de unos profesionales de Scotland Yard que se comprometieron a llegar hasta las últimas consecuencias: acusar al mismísimo Putin.
Hay que destacar el trabajo actoral y de caracterización de David Tennant, bien amparado por un elenco tan solvente como suelen ser los británicos.
Todo ello se contiene en cuatro capítulos, los ideales para contarlo todo sin llegar a cansar.
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