Sinopsis:
Un hombre y su hija adolescente asisten a un concierto de música pop. Pronto, el padre se da cuenta de que hay algo raro en el ambiente, y de que algo inquietante está sucediendo.
M. Night Shyamalan despierta opiniones polarizadas: sus películas son amadas u odiadas. No soy tan radical pero siempre, aunque luego me decepcione, le doy una oportunidad.
Reconozco que esta me ha entretenido bastante, y eso que, a priori, no se prestaba a demasiados giros argumentales marca de la casa, ya que la principal sorpresa se revela pronto, incluso en el tráiler: el protagonista es un asesino en serie.
Casi -solo casi- al estilo de Dexter, por un momento nos cae en gracia y sufrimos por las peripecias que lo van acorralando. No obstante, no se olvida su verdadero ser.
Y me ha encantado el montaje musical para atraparlo donde brilla la hija del director y la niña hija del protagonista.
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