El martes 11 nos dirigimos a la villa de Boltaña, capital, junto a Aínsa, de la comarca del Sobrarbe. Está situada en la ribera del río Ara, en la ladera de un monte coronado por el Castillo de Boltaña.
Nunca había subido unas cuestas tan peligrosamente empinadísimas. Menos mal que llevaba la silla nueva, de mayor potencias, pues dudo que con la anterior lo hubiese conseguido.
Para evitar la no menos peligrosa bajada para regresar al autobús, optamos por caminar por la carretera. Nos equivocamos al pensar que estaría más cerca y anduvimos unos 3 km. No obstante, compensó el esfuerzo.
Aínsa recoge la arquitectura, el arte y la cultura de varios siglos. En su casco histórico, declarado Conjunto-Histórico-Artístico, se encuentran la Colegiata, la Ciudadela, la iglesia románica de Santa María y el Castillo de Aínsa, que conserva todavía gran parte de sus murallas. Sus calles, casas y monumentos también nos trasladan al medievo.
Se nota que es una localidad más turística, ya que encontramos abiertos bares, cafeterías y tiendas de recuerdos.
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