De todas las quinielas en las que he participado, no he acertado ni la mitad, como es costumbre en mí. Cómo iba a imaginar que el huracán surcoreano de Parásitos, que no he visto, hiciese historia este lunes en los Oscar con cuatro galardones, incluidos los de mejor película y mejor director, en una gala en la que los nominados españoles Antonio Banderas, Dolor y gloria y Klaus se quedaron con la miel en los labios, lo que era más previsible.
La victoria de Parásitos dejó con regusto amargo a 1917, el prodigio bélico de Sam Mendes y que, pese a ser la gran favorita, se tuvo que conformar con tres premios: mejor fotografía, mejores efectos especiales y mejor mezcla de sonido.
Érase una vez... en Hollywood, Joker y Le Mans '66 obtuvieron dos premios por cabeza, mientras que la gran derrotada de la velada fue El irlandés de Martin Scorsese: aterrizó en los Óscar con diez nominaciones, pero no se llevó ni una estatuilla.
En las categorías de interpretación no hubo sorpresas. Joaquin Phoenix logró el Óscar al mejor actor por su impresionante Joker. "Creo que hablemos de la desigualdad de género, del racismo, los derechos queer, de las personas indígenas o de los animales, estamos hablando de la lucha contra la injusticia", afirmó Phoenix, un incansable activista medioambiental.
También cumplió con lo prometido Renée Zellweger, que confirmó su regreso por todo lo alto a los grandes focos de Hollywood con su Óscar a la mejor actriz por Judy. "Judy no recibió este premio en su momento, así que tomaré este instante como una extensión de la celebración de su legado", dijo en homenaje a Judy Garland.
Otros dos premios que parecían cantados de antemano eran los de actriz y actor de reparto para Laura Dern por Historia de un matrimonio y Brad Pitt por Érase una vez... en Hollywood, respectivamente.
Lista completa de premiados
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