Sinopsis:
Guy trabaja como cajero de un banco, y es un tipo alegre y solitario al que nada la amarga el día. Incluso si le utilizan como rehén durante un atraco a su banco, él sigue sonriendo como si nada. Pero un día se da cuenta de que Free City no es exactamente la ciudad que él creía. Guy va a descubrir que en realidad es un personaje no jugable dentro de un brutal videojuego.
Mirad por dónde al final sí que fui al cine el fin de semana. Una de las razones es que tenía unas entradas gratuitas que me habían tocado en un sorteo de internet y caducaban a finales de mes. Por supuesto, no volví a ver la película de Hugh Jackman. Del resto de películas en cartelera, descarté las que ya había visto y las que por horario no me encajaban con el del autobús. Bueno, confieso que también obvié títulos como La patrulla canina, El bebé jefazo 2 o D'Artacán y los tres mosqueperros, no me preguntéis por qué. ¿Y qué quedaba? Free Guy.
A priori, no me llamaba la atención, pero me apetecía salir, qué narices. No tuve que preocuparme por posibles contagios porque era la única espectadora en la sala. En cuanto a la película, como mis expectativas eran mínimas, lo cierto es que la disfruté. No por el tema, porque no puede haber nada más ajeno a mí que el mundo de los videojuegos: supongo que por la carencia de habilidades manuales nunca me he sentido interesada. A la ingente abundancia de efectos especiales que exige dicho territorio se le impone un argumento buenrollista, todo lo inverosímil que se quiera, en contraposición a la extrema violencia de los juegos más populares. Mirándolo bien, es casi una comedia romántica con la presencia simpática de Ryan Reynolds, un tipo que cae bien a casi todos y que se nota que sabe reírse de sí mismo. Además, hay un cameo de Chris Evans que resulta muy divertido.
Sin esperarlo, pasé una tarde estupenda.
3 comentarios:
Si llego a saber que había una película de los mosqueperros me habría ido contigo!
¿Estás segura? No sé si te habrás fijado en el anuncio del paso al cine de "D'Artacán y los tres mosqueperros". El ratón que lo acompaña ¡tiene una cara de psicópata! ¿A quién se le ocurre? Si yo fuera niña, el bicho me produciría pesadillas, como en su día me daba pánico el gato Félix. Qué cosas me vienen a la memoria.
Pues no me he fijado en la cara del ratón pero me extrañó mucho cuando lo vi porque en mi cabeza el ratón iba con Willy Fog, no con D'Artacán. Luego ya vi que es que había dos ratones! Se ve que era la moda por aquel entonces XD
Pobre gato Félix, tú es que eras más de Garfield y no eras objetiva.
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