Sinopsis:
La primera mujer no blanca en dirigir el departamento de Inglés de una destacada universidad lidia con las complejas exigencias y expectativas del precario departamento.
En una tarde he visto esta serie de seis episodios de una media hora cada uno. Se trata de una comedia más bien costumbrista donde Sandra Oh interpreta a la recién ascendida a directora de la Facultad de Inglés de una universidad no muy importante de Estados Unidos.
La protagonista se enfrenta a multitud de problemas desde el primer momento que se sienta en la silla de su despacho (The chair es el título original): desde el invisible pero omnipresente techo de cristal para las mujeres en puestos de alta jerarquía hasta el inmovilismo de sus colegas de la tercera edad que no acceden a jubilarse aunque sus métodos de enseñanza pertenezcan a otro siglo, pasando por la radicalización del alumnado que lo toma todo al pie de la letra y, por mor de la condena a supuestos casos racistas, machistas o fascistas, saca las acciones o las palabras de contexto, y si se viraliza en redes, mejor que mejor, por no hablar de las vicisitudes de una madre soltera de una niña adoptada con la que ni siquiera comparte rasgos raciales. Lástima que el elemento masculino deje que desear en cuanto a atractivo. Se le perdona porque la serie entretiene.
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