Sinopsis:
Tras mucho tiempo sin apenas verse ni tratarse, Gabriel decide llamar a sus hermanas y reunir a toda la familia para celebrar el 80 cumpleaños de la madre y tratar así de reparar los viejos rencores que cada cual guarda en su corazón, y que los han distanciado durante tantos años.
No recuerdo haber leído nada de Luis Landero con anterioridad, pese a haber oído de su calidad literaria. Esta novela, que me tocó en un sorteo de internet, ha sido la oportunidad ideal para conocerlo de primera mano.
Hacía tiempo que no leía una historia donde el peso recae en las palabras, sin apenas acción de no ser la narrada por los personajes, cuya veracidad no está clara.
Predomina el llamado efecto Rashomon, aunque la diversidad de versiones y la ambigüedad es tal que ninguna nos convence por completo.
El personaje que más me ha conmovido es el que recibe dichas confidencias contradictorias por parte de gente tóxica, que es como ahora se conocen a las malas personas de toda la vida. Hay que ver cuánto daño pueden causar.
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