Sinopsis:
Cuenta la historia de dos amantes que fueron separados trágicamente y que deben encontrarse en otra vida para romper el hechizo que cayó sobre el excéntrico pueblo que habitan. Ahora, en el presente, la llegada de dos turistas pondrá en riesgo la única posibilidad que tienen de romper el hechizo.
Cualquier serie creada por Manolo Caro tiene, a priori, mi atención, que por eso me encantó La casa de las flores y su estética tan particular.
Ya en aquella los números musicales destacaban; en esta, cobran mayor protagonismo. Son estándares del pop en español cuyas letras subrayan la escena que transcurre.
El protagonista masculino es Sebastián Yatra, tan de moda ahora. A sus más que discutibles dotes de actuación, se une el suplicio que le supone al colombiano vocalizar y, para colmo, lidiar con las zetas españolas. Tampoco es que la canaria Nía lo supere. Pobrecitos.
Menos mal que cuenta con artistas de empaque como Rossy de Palma, Asier Etxeandia o Itziar Castro, que hacen lo que pueden, que no es mucho, dado el pastiche entre cuento de hadas y revolución sexual.
Aun así, con todos sus defectos, si el espectador se libra de complejos, como hice yo, se puede disfrutar en una tarde, que los episodios son de apenas media hora.
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