Sinopsis:
Cuenta la fantástica historia de Aladdín, un joven soñador que, sin imaginarlo, está a punto de emprender la que será la gran aventura de su vida. Forjando una amistad inquebrantable con el descarado y divertido Genio, un ser mágico dotado del poder de concederle hasta tres deseos, nuestro protagonista conquistará el corazón de la princesa Jasmine, se ganará la adoración de todo un pueblo, y aprenderá que no existe mayor tesoro que ser fiel a los valores que todos llevamos dentro.
Ya que teníamos que pasar la tarde del día 12 en Madrid, aprovechamos para ver un musical y elegimos Aladdín.
Me asaltaba el reparo de que fuera demasiado infantil, dado que se trata de una adaptación del popular cuento. Sigue muy de cerca la película de Disney de las que toma las preciosas canciones de Alan Menken, secundadas por números de baile de variados estilos.
Acentúa el carácter de comedia, con guiños dirigidos a los adultos que también disfrutamos con tal despliegue de color y brillibrilli. El vestuario es apoteósico, confeccionado con más de dos millones de cristales de Swarovski y exóticos tejidos provenientes de hasta nueve países, por no hablar de los efectos especiales entre los que destaca la alfombra voladora, una maravilla.
En fin, mi hermana y yo nos la pasamos pipa, a pesar de que lo habríamos disfrutado aún más si hubiesen estado sus nietas con nosotras. No nos las quitamos de la cabeza.
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