Sinopsis:
García Márquez y Vargas Llosa se conocieron en el aeropuerto de Caracas, en agosto de 1967. Con apenas treinta y un años, Vargas Llosa era ya un escritor aclamado por la crítica. García Márquez, cuarenta años cumplidos, encontraba por fin el éxito editorial con Cien años de soledad, publicada ese año en Buenos Aires. Antes de confundirse en un abrazo en el aeropuerto de Caracas que dio inicio formal a la amistad, los dos genios de la literatura se habían escrito cartas y leído mutuamente con admiración. Se hicieron amigos entrañables, vecinos en el barrio de Sarrià en Barcelona y hasta compadres.
He leído varios libros del peruano Jaime Bayly, como El cojo y el loco y en especial El canalla sentimental, que me han gustado bastante, así que emprendí con entusiasmo la lectura de este, más tras haber visto en televisión una entrevista con el autor promocionándolo.
Me atraía también la metaliteratura que contenía: la historia de la amistad y posterior distanciamiento de dos genios de las letras hispanas como los Nóbel Gabriel García Márquez y Mario Vargas Llosa. Desconocía la anécdota de que el segundo asestó un puñetazo al primero, al parecer por motivos de celos, lo que prueba cuán machistas eran ambos, cuyas infidelidades a sus respectivas esposas eran notorias.
Dicha anécdota sirve de pretexto al autor para glosar vida y obra de ambos genios, por separado y relacionados entre sí. En torno a ellos, me ha encantado la recreación de la gauche divine literaria, con centro en Barcelona.
Lo que me ha gustado mucho menos es la sensación de reiteración de datos: a veces repite la información que ha dado unas páginas antes. Si yo me he percatado, con lo olvidadiza que soy, al lector más avizor le habrá chirriado.
No hay comentarios:
Publicar un comentario