Desde antes de Semana Santa, las amigas teníamos pendiente ir a comer el menú del día de un restaurante local que ha cambiado de dueño para transformarlo en un sitio de postín cuyos precios de fin de semana no son para todos los bolsillos. Queríamos probar qué nos daban por 12,50€. Acudimos cinco Guapetonas y he de decir que salimos muy contentas.
De entrante, tostadas con allioli y tomate; de primero, una completa ensalada individual; pollo asado con guarnición de verduras, de segundo; y pudin de postre. Incluidos una bebida y café. Nos sirvió un joven camarero francés de trato exquisito y más paciencia que el santo Job, condición indispensable para lidiar con nosotras. Imaginad nuestra sorpresa cuando, antes de pedir la cuenta, vino el garçon con copas y una botella de champán (o cava, o vino espumoso, no sé) rosado, cortesía de la casa. Obviamente, volveremos.
1 comentario:
Volveremos...😜😜😂
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