jueves, 10 de octubre de 2024

Monstruos: La historia de Erik y Lyle Menéndez



Sinopsis:

En agosto de 1989, los hermanos Lyle y Erik Menéndez, asesinaron a tiros a sus padres, José y Mary Louise 'Kitty' Menéndez. Mientras que la acusación alegó que buscaban heredar la fortuna familiar, los hermanos afirmaron -y siguen afirmándolo hoy en día, mientras cumplen cadena perpetua sin posibilidad de libertad condicional- que sus actos se debieron al miedo que sentían tras toda una vida de abusos físicos, emocionales y sexuales a manos de sus padres.


Para empezar, me niego a quitar la tilde al apellido de los protagonistas, lo que parece común en los artistas de origen latino, como Jennifer López o Andy García, por poner dos ejemplos.

Entrando en la miniserie, admiro la maestría narrativa de su creador, Ryan Murphy, y aún no entiendo por qué no he visto todavía la primera tanda de los monstruos, tarea que pienso cumplir próximamente. Sabe extraer lo mejor de sus intérpretes y aquí los cuatro están formidables, en especial Javier Bardem, que debería estar presente en las próximas listas de premios.

Aunque me da la impresión de que se podría haber acortado un par de episodios, la serie resulta hipnótica y no toma partido sino que siembra la duda de hasta qué punto se puede justificar los crímenes que cometen los hermanos. Pienso que, incluso si los abusos hubieran sido reales, hay otras salidas.  



2 comentarios:

carolina dijo...

Parece una historia muy interesante, tanto por la calidad de la interpretación que comentas, como por el dilema que suscita. Respecto a esto último, ya que no puedo opinar de los primero al no haberla visto, creo que tal vez el dilema no existe. Es decir, ya que habían quitado dos vidas, ciertamente merecían un castigo; ahora bien: ¿un castigo tan terrible como es el encierro de por vida? Ahí es donde se me crea la duda.
En mi opinión, todo gira respecto a si es verdad o mentira el infierno que dicen que sufrieron. Si es mentira, no hay mucho más que decir. Si es verdad, entonces, la cuestión quizá no es si había o no alternativas al crimen a la hora de escapar de ese infierno. Cualquier persona que lo vea desde fuera sostendrá (probablemente con razón) que había alternativas. Pero la cuestión es verlo desde "dentro" de la pesadilla.
Lo que quiero decir es ¿lo denunciaron alguna vez y la sociedad y su entorno no les creyó? ¿Hasta qué punto esos presuntos abusos destruyeron psicológicamente a los hermanos de tal
manera que ya no eran capaces de desenvolverse normalmente en la sociedad y no vieron más
alternativa que romper con sus leyes más sagradas para poder sobrevivir?
Lo cual no quiere decir que el crimen esté justificado aun en el caso de que los abusos hubieran sido ciertos. Aun así, si sagrada es la ley que dice que no mates, y menos a tus padres, más sagrada aún es, en mi opinión, aquélla que dice que el deber de unos padres es proteger a sus hijos en la medida que puedan y aportarles todo el bienestar que esté en su mano brindarles.

Conchi dijo...

Los hermanos afirman en la serie que contaron los abusos a su prima quien, a su vez, lo comunicó a la madre. Esta no solo lo negó sino que amenazó y castigó a sus hijos por ello.