Una tarde de Feria asistí con dos amigas a la ruta teatralizada Una boda en el Museo", que ya disfruté el año pasado.
Una guía nos llevó por las distintas dependencias del Museo de Alfarería donde nos encontramos con personajes que nos relatan la evolución de nuestra artesanía y la preparación para una boda que tendrá lugar en esas dependencias. Los actores locales son divertidísimos y nos hacen participar a los asistentes, devenidos invitados a la susodicha boda. Los cinco euros que pagamos por cabeza sirvieron para el banquete nupcial consistente en pastas dulces.
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