Mientras nos enseñaban las diversas estancias y explicaban la historia y usos de la alfarería en Agost, actores locales con mucho arte representaban escenas al estilo de sainete sobre una boda un tanto peculiar. Para implicar al público, hasta nos customizaron con corbatas a los señores y tocados para las señoras. Algunos espectadores incluso tuvieron un papel más activo, como nuestro señor alcalde que tuvo que ejercer de cura. ¡Lo que nos pudimos reír toda la tarde! Además, los invitados a tan singular boda fuimos obsequiados con buñuelos, elaborados por las Amas de Casa.
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