El viernes 8 por la tarde salí un poco antes de trabajar para dirigirme a la Casa de Cultura y ver el festival que diversos grupos locales habían preparado, desde las pequeñas de gimnasia rítmica y de ballet a las mayores con sus sevillanas o el twist, que fue lo que bailó el grupo de mi hermana (foto y vídeo más abajo). A continuación, se rindió homenaje a una maestra que ha ejercido casi toda su carrera en Agost y que es muy querida. Con tanto talento, no fue una sorpresa que su discurso de defensa de la mujer albergase tanta fuerza y convicción que nos emocionó.
Para cerrar el espectáculo, los adolescentes de Agost Jove realizaron una performance donde en cinco minutos nos contaron la historia del feminismo desde sus pioneras a la actualidad. Hay que ver cuánto talento existe en mi pueblo. Como colofón, había un vino de honor, pero estaba tan empachada de la comida que ni me acerqué a la mesa de las pastitas.
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