Sinopsis:
La historia sigue a Carol Danvers mientras se convierte en uno de los héroes más poderosos del universo, cuando la Tierra se encuentra atrapada en medio de una guerra galáctica entre dos razas alienígenas.
El domingo 10 volvimos al cine, la primera vez en este año. La excusa fue Capitana Marvel. La verdad es que no me hizo ni fu ni fa. Entretenida es la mayor parte del metraje, pero no me aporta nada, me parece prescindible de no ser por la conexión que tiene con la próxima entrega de Vengadores y con otras anteriores marvelitas de las que ni me acordaba, para escándalo de Pedro. Los títulos de crédito iniciales están dedicados al recuerdo de Stan Lee.
La acción se sitúa en los 90, cuando los videoclubs triunfaban y los primeros usuarios de internet se desesperaban por la lentitud de la conexión, al son de Nirvana. Eso en la Tierra, que en otros universos convivían seres de aspecto poco favorecedor con otros guaperas como Jude Law, que conforme se hace mayor se parece más a Julian McMahon, el inolvidable doctor Troy de Nip/Tuck, o tal vez sean manías mías. Se agradece el toque feminista, que la protagonista no esté pendiente de un maromo, y la presencia de la sororidad entre amigas. Las dos consabidas escenas postcréditos nos ponen la miel en los labios para la conclusión de la debacle que supuso Infinity War. Ganitas tengo.
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