Sinopsis:
Una arquitecta se golpea la cabeza y al despertar descubre que su insulsa vida se ha convertido en lo que más odia: una típica comedia romántica.
La parodia de géneros cinematográficos es en sí otro género y hace poco he visto este buen ejemplo. Le ha tocado el turno a la comedia romántica. La madre de la protagonista ha inculcado a su hija, la enorme (en el buen sentido) Rebel Wilson, la idea de que las historias del estilo Pretty Woman nunca suceden en la vida real y menos a chicas corrientes con sobrepeso.
Habiendo cultivado semejante rechazo, un golpe la lleva a verse inmersa en una comedia romántica a la que no le falta ninguno de los tópicos: gente guapa (como el médico macizo interpretado por Tom Ellis), decorados elegantes, paisajes ideales, besos bajo la lluvia, canciones pegadizas, números musicales, mujeres que son amigas o rivales, la torpeza de la protagonista, el amigo gay, y muchos más. Por encima de todo, un mensaje de body positivity, de aceptación del propio cuerpo, todo con buen humor.
A pesar de la supuesta sátira, la película acaba convirtiéndose en aquello que critica, lo que poco importa al fin y al cabo si se ha pasado un rato divertido. Me la pasé en grande.
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