Sinopsis:
Mayo de 1937. La Guerra Civil sigue su sangriento curso en España, pero también lejos de los campos de batalla se combate entre las sombras. Una doble misión lleva a Lorenzo Falcó hasta París con el objetivo de intentar, de cualquier forma posible, que el Guernica que está pintando Pablo Picasso no llegue nunca a la Exposición Universal donde la República pretende conseguir apoyo internacional.
Tras Falcó y Eva, llega la tercera entrega de las crudas peripecias del espía y asesino a sueldo de los nacionales en plena guerra civil española. Arturo Pérez Reverte ha encontrado en Falcó su nuevo Alatriste. Salvando las distancias, no son personajes tan distintos, ambos luchando por una causa en la que realmente no creen, y ambos, a su pesar, sintiendo dolor por España.
No voy a descubrir aquí las dotes narrativas del autor, demostradas de sobra a lo largo de su trayectoria. La novela se lee con fluidez y apetencia de pasar páginas para ver cómo sigue la trama, que combina intrigas políticas y artísticas en la convulsa Europa de entreguerras.
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