A ella no le gustaba que le llamaran poetisa. A la poeta Dulce María Loynaz (1903, La Habana-1997, La Habana), poco conocida por el público español, comenzó a leérsela cuando en 1992 recibió el Premio Cervantes.
Aquí le presta su voz la reivindicativa cantautora española Rozalén y su intérprete, Beatriz Romero, que traduce a lenguaje de signos cada una de sus representaciones.
Si me quieres, quiéreme entera,
no por zonas de luz o sombra…
si me quieres, quiéreme negra
y blanca. Y gris, y verde, y rubia,
quiéreme día,
quiéreme noche…
¡Y madrugada en la ventana abierta!
Si me quieres, no me recortes:
¡quiéreme toda… o no me quieras!
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