La muerte le llegó a Alberto Cortez ayer jueves por una insuficiencia cardíaca tras una hemorragia gástrica, en el Hospital Universitario de Móstoles, en Madrid: tenía 79 años y varios conciertos programados en Latinoamérica.
Admito que allá en mi inconsciente juventud se me hacía algo cansino por su omnipresencia en los programas televisivos. Con el paso del tiempo aprendí a valorar la voz y la poesía de este argentino de carrera, larga y exitosa, desarrollada a ambos lados del Atlántico. Trabajó con su amigo Facundo Cabral, con Joan Manuel Serrat, con María Dolores Pradera y con muchos otros.
Descanse en paz.
1 comentario:
D.E.P.Me pasaba como a ti,no lo valoraba en mi juventud y me parecía pesadísimo.Cuandosalia en la tele,cambiaba de canal.Con el tiempo he aprendido a apreciarlo y me ha gustado.
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