Aunque las Guapetonas estamos en contacto vía WhatsApp a diario y raro es el día que no me encuentre a alguna en el trabajo, en la calle o en una tienda, nada es comparable con las reuniones en torno a una mesa. Entre bocado y bocado de coca a la pala, entre risa y risa, van surgiendo las confidencias que necesitamos compartir, tanto buenas noticias como otras menos agradables. Así que no es extraño que pasemos de la carcajada a la lagrimita, materiales ambos que conforman la vida misma.
De esta manera transcurrió la mañana del Viernes Santo, cuando la lluvia constante que aún sigue dio una pequeña tregua para que nos pudiéramos reunir.
En la foto falta Rosa, que no pudo acudir antes por cuestiones laborales y luego no nos acordamos de repetir la foto con ella. Las otras dos ausentes son Nieves, que tuvo visita, y María, residente en Grecia. Las echamos de menos.
¡Larga vida a las Guapetonas!
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