Sinopsis:
Según Las Buenas y Acertadas profecías de Agnes la Chalada Bruja (el único libro fiable de profecías, escrito en 1655, antes de que ella explotara), el fin del mundo tendrá lugar el sábado. El próximo sábado, para ser exactos. Justo antes de la hora de la cena. Los ejércitos del Bien y del Mal se están agrupando, la Atlántida está resurgiendo, llueven sapos y los ánimos están algo alterados así que... todo parece ajustarte al Plan Divino.
De no ser por un ángel quisquilloso y un demonio buscavidas que han vivido a costa de los mortales desde el comienzo de los tiempos y que no están dispuestos a aceptar tan fácilmente eso del “Fin de la civilización tal y como la conocemos” . Y... ¡vaya por Dios! ¡Parece que alguien ha hecho desaparecer al Anticristo!
Hace años mi amigo Luis me regaló un libro de Terry Pratchett con la intención de hacerme participe de la legión de seguidores del autor. Siento decir que no me convenció pues no logré conectar con su humor e imaginería tan particulares. Quizá es que lo había probado poco, así que, lustros después, volví a intentarlo, esta vez en la colaboración con Neil Gaiman, que pergeñó este alucinante Apocalipsis. En mi decisión de conceder otra oportunidad ha pesado el hecho de que pronto se estrenará una serie británica basada en esta novela, lo que acuciaba mi curiosidad.
No puedo esgrimir argumentos en contra de semejante creación delirante, ni siquiera puedo poner peros literarios; el problema es que, a pesar de admirar el talento de ambos autores para crear situaciones divertidamente absurdas, no consigo disfrutar de tal despliegue de imaginación. Y no lo puedo achacar a la edad pues ya os he comentado que me pasó hace años también.
Veremos si aguanto la serie.
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