Sinopsis:
Inspirada en la historia real de Ruth Bader Ginsburg, una joven abogada y madre de familia. Ruth, junto a su marido el abogado Martin Ginsburg, cambió el curso de la historia con un singular caso sobre discriminación de género que abrió el camino para la igualdad en los Tribunales.
Es curioso que en las últimas tres semanas he asistido a un curso sobre igualdad de hombres y mujeres, por lo que tenía una buena predisposición ante una película que trata sobre el tema desde el enfoque legal.
En España somos conscientes de que durante la dictadura franquista la mujer era un ciudadano de segunda que dependía legalmente del marido o del padre. Lo que no sabía es que en EE.UU., que tanto presume de democracia, prácticamente pasaba lo mismo en los años 70. Gracias a mujeres como la protagonista, la prestigiosa abogada y docente Rose Bader Ginsburg, que todavía hoy, a sus 85 años, es juez del Supremo americano, y uno de los pocos diques de contención frente a la misoginia y el machismo imperantes en la era Trump, la situación de las mujeres comenzó a mejorar. Aunque parezca mentira, en el siglo XXI todavía queda mucho camino por recorrer.
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