Sinopsis:
Giacomo es el extravagante heredero de una dinastía de empresarios, pero más que interesarse por los negocios, prefiere dedicarse a sus muchas pasiones. Su vida ha estado marcada por la desaparición de su padre cuando era muy pequeño. El encuentro con un excéntrico esoterista francés le cambia la vida: éste le convence de haber encontrado a la reencarnación de su padre. Se trata de un tal Mario Pitagora, un hombre para nada espiritual, interesado solo por el dinero, y endeudado con media ciudad.
No suelo ver mucho cine italiano, pero de vez en cuando me encuentro con comedias como esta, agradables de ver, a pesar de lo predecible del desenlace.
No conozco a los actores ni sé si serán muy populares en su país. Lo cierto es que se adaptan bien a los dos personajes principales. He visto la película en versión original subtitulada y se nota en el acento y en la forma de expresión el distinto extracto social de cada uno, el hombre cultivado y el farsante barriobajero. A pesar de ello, según se van conociendo, sus posturas se aproximan y se complementan. ¿Cuestión de karma, como reza el título? Más bien cuestión de amistad.
Es la típica comedia que deja buen sabor de boca, lo que no es poco en estos tiempos que corren.
No hay comentarios:
Publicar un comentario