Sinopsis:
La inspectora de homicidios Manuela Mauri lleva siete meses de baja cuando recibe la visita de la oficial Guadalupe Larbi para pedirle que se reincorpore al trabajo: sólo ella, le dice, tiene la autoridad y el empuje necesarios para sacar adelante una complicada investigación en la que la Brigada Provincial de Policía Judicial de Madrid no consigue avanzar.
Este blog puede atestiguar mi admiración por el escritor Lorenzo Silva. No voy a decir que he leído toda su producción porque no sería cierto, pero sí las novelas policíacas.
Esta está escrita a cuatro manos junto a Noemí Trujillo, lo que me parece de gran mérito a la hora de logró una continuidad narrativa y de estilo. Ha de existir una fuerte compenetración entre ambos autores, más allá de que estén casados, como es el caso.
Nos introducen en el sórdido mundo de la prostitución de baja estofa, a la que califican con razón de esclavitud. La ley de la oferta y la demanda afirma que no existiría dicha lacra si los hombres supieran controlar sus instintos.
La inspectora Manuela Mauri y su equipo nos muestran el modus operandi de la Policía Nacional, la tarea de despachos, de interrogatorios, de consultas, donde la acción no es tan protagonista como en la ficción estadounidense.
Por el hecho de ser mujer, la policía tiene una sobrecarga de trabajo al haber de ocuparse de su hogar y su familia, de la que carecen la mayoría de sus colegas masculinos.
Con la moda de los cameos, me ha encantado el diálogo entre Manuela y mi querido Bevilacqua, guardia civil de tantas novelas disfrutadas.
Espero leer más sobre la inspectora Mauri en el futuro.
No hay comentarios:
Publicar un comentario