Sinopsis:
¿Quién no ha deseado alguna vez ser invisible? ¿Quién no ha deseado alguna vez dejar de serlo?
El problema es que nunca he llegado a controlar bien ese poder: a veces, cuando más ganas tenía de ser invisible, era cuando más gente me veía, y en cambio, cuando deseaba que todos me vieran, era cuando a mi cuerpo le daba por desaparecer.
El pasado día 2 fue el día contra el acoso escolar, término que deberíamos emplear en lugar del anglicismo bullying.
Qué mejor manera para recapacitar sobre dicha lacra que con la lectura de este libro. Había oído hablar maravillas de él pero hasta que no lo he leído no podía abarcar la merecida repercusión. Me ha impactado, la verdad.
Pido disculpas por haber conectado el tema con la lectura, ya que se supone que llegamos a la conclusión de manera gradual, pasando por lo que parecen desvaríos mentales de un adolescente. Pronto iremos comprendiendo la magnitud de los sucesos que se entrevén de las declaraciones del joven y su entorno.
Desde mi perspectiva de adulta y docente, pido perdón por si alguna vez no he actuado como debería, mal amparada por el comodín de "son cosas de niños". Si ha sucedido, aseguro primero que no ha sido de manera consciente, y segundo, que de ahora en adelante estaré tan alerta que no toleraré el mínimo resquicio de duda.
También quiero agradecer a mis compañeros no haber sufrido acoso en mi etapa escolar y eso que mis circunstancias podrían haber sido propensas a ello.
Una lectura que debería ser obligatoria.
Lo tomé prestado de la biblioteca y hoy, 5 de marzo de 2024, lo he recibido tras ganar un sorteo de Instagram. Me ha hecho ilusión que esté dedicado y firmado.
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