La edición más atípica del Festival de Eurovisión por culpa de la pandemia sanitaria se ha saldado con la victoria del grupo Måneskin, que en una dura pelea hasta el final con Suiza y Francia, se ha alzado finalmente con la victoria y el micrófono de cristal al obtener 524 puntos.
Los votos del público (recibió más de 300) fueron determinantes para que el representante italiano se convirtiera ganador de la final, superando de esta manera a las grandes favoritas de la edición, Bárbara Pravi (Francia),mi favorita, y Gjon's Tears (Suiza), que obtuvieron 499 y 432 puntos, respectivamente.
Por su parte, Blas Cantó hizo lo que pudo y se tuvo que conformar con el puesto 24 de la clasificación, logrando solamente 6 puntos en la gran final del certamen. El representante de España hizo una actuación perfecta a nivel vocal y muy emotiva (cabe recordar que el tema se lo dedicaba a su abuela fallecida recientemente por covid).
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