Ávidas pretensiones

 

Sinopsis:

Con la llegada de la primavera, el pueblo de Morilla del Pinar se prepara para recibir a lo más granado del panorama lírico español, que acude a las terceras Jornadas Poéticas, celebradas anualmente en el Convento de las Espinosas. La reunión de tres días se presenta como la oportunidad perfecta para el desvarío de los participantes, que llegan con ganas de juerga y un objetivo común entre ceja y ceja: el sexo, la diversión y la gloria literaria, acompañada preferiblemente de un pisotón al contrario.

Pedí esta novela como préstamo interbibliotecario al haber leído que iba a adaptarse al cine con el título de La manzana de oro y que en la película intervendría mi admirado Roberto Enríquez. La pena es que ignoro cuál será su personaje. Tengo la sensación de que la adaptación será muy libre, que tomará la novela como ambientación y poco más a excepción de algunas anécdotas.

El estilo literario del autor, Fernando Aramburu, es un estilo propio, reconocible y admirable. Me ha recordado al de su última creación, Los vencejos, también en la crueldad de las descripciones de los personajes. Conecta con la literatura barroca en ese retrato de las miserias humanas, incidiendo en el mundillo de las letras.

Odio tomar prestado un libro que esté subrayado, pero he de admitir que el único párrafo destacado resume perfectamente la esencia de la novela, así que no me resisto a copiarlo:

"No te hagas ilusiones. Somos nuestros cuerpos y para de contar. Como los animales, pero con pretensiones. No hay más. Un cupo de días, un poco de diversión, desgracias que a nadie importan y santas pascuas."