Sinopsis:
Violet, la condesa viuda de Grantham, ha heredado una villa en el sur de Francia de un viejo amigo. Mientras tanto, un cineasta obtiene el permiso de Mary para rodar una película en Downton Abbey. Robert piensa que tener actores y actrices dando vueltas, maquillados, es una idea terrible, pero otros miembros de la familia, y los sirvientes, están encantados con la idea. Para perderse la "película espantosa" de Mary, como la llama Robert, algunos miembros de la familia viajan al sur de Francia para resolver el misterio de por qué el amigo de Violet le dejó una villa.
El sábado cogí el bus para ir al cine. Vi Downton Abbey: Una nueva era. Pensé que tendría que haber repasado previamente la película anterior, que vi en septiembre de 2019, a pocos días de la hospitalización de Pedro, pero no hizo falta: para mi sorpresa, me acordaba bastante de los acontecimientos acaecidos en aquella.
Tras varias temporadas de la serie y el susodicho film, los personajes me resultan sumamente conocidos, como una familia a la que visitas de tanto en tanto. Las historias cruzadas entre ellos transcurren de manera deliciosa, con unos diálogos encantadores, con la palabra precisa, sobre todo en el caso de la condesa viuda de Grantham (solo por disfrutar del talento de la enorme Maggie Smith vale la pena), con el importante aliciente añadido de oírla en versión original.
Encantadora película.
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