Sinopsis:
En Londres, los cazadores de fantasmas adolescentes más talentosos viajan todas las noches en un peligroso combate con espíritus mortales. Entre las muchas agencias corporativas con personal adulto, una pequeña empresa nueva está sola: Lockwood & Co., operada por dos adolescentes y una niña dotada psíquicamente que son un trío renegado sin motivos financieros, supervisión adulta y destinados a desentrañar un misterio que cambiará el curso de la historia.
Esta es una de esas series que te pones cuando no se te ocurre otra cosa que ver y pruebas a ver qué tal.
Aunque destinada especialmente a un público juvenil, del que disfruta de Harry Potter y similares, no es óbice para que los adultos pasemos un rato entretenido con las peripecias de estos agentes tan aguerridos que luchan contra seres sobrenaturales que ocupan edificios y molestan a sus habitantes.
Basada en una saga de libros que no conozco, la versión televisiva cuenta con el marchamo de calidad de los productos británicos: actores solventes y con carisma, guiones que no avergüenzan y ambientación cuidada. Los efectos especiales no es que sean de lo más destacado, pero cumplen.
En un par de tardes vimos los ocho episodios que componen la primera temporada, que tiene de bueno que es autoconclusiva. Creo que veremos también la segunda cuando llegue, que me habría encantado en mi época de adolescente.
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