Sinopsis:
Todo empezó en una isla del Pacífico, donde un volcán entró en erupción. Hasta ahí, todo normal. Solo una semana después, el planeta entero está a punto de ser destruido por un mar de lava. Y la única forma de detener el fin del mundo es que encuentre un ídolo perdido hace más de dos milenios y realice un ritual en un templo del mítico reino de la Atlántida, una isla que, para variar, nadie sabe si realmente existió ni dónde podría estar. Pan comido, ¿verdad?
Como cualquier adolescente, llegado el verano, Amanda Black está de vacaciones de la escuela, no así de las misiones que tiene que ir resolviendo para salvar el mundo de la destrucción, en este caso de una erupción masiva de todos los volcanes de la Tierra.
Bárbara Montes y Juan Gómez-Jurado pasean a los jóvenes lectores y a los que no lo somos tanto por las distintas mitologías. Con el ritmo de publicaciones de la saga Amanda Black, pronto se quedarán sin material al que acudir. Aquí viajan nada menos que hasta la Atlántida y, por si fuera poco, aparece incluso un kraken que, como se explica en el libro, es más propio de la mitología nórdica.
Sea como fuere, seguro que después del verano las librerías tendrán una nueva entrega de las peripecias de Amanda, sus amigos y su familia, y yo la leeré para sentirme como la niña que adoraba leer novelas de aventuras. Gracias a Dios y a mis padres por haber fomentado el hábito.
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