Nos encontramos en un mundo en el que existen personas excepcionales. Humanos que nacen con talentos y mentes privilegiadas capaces de realizar cosas inalcanzables para el resto de los mortales. Y también hay seres dispuestos a lo que sea necesario para aprovecharse de esos talentos y cerebros: la Orden de Bragen, una red de seres semi inmortales tan ancestral como la propia humanidad y cuyo éxito reside en la prácticamente ausencia de empatía. Robar talentos, ya sean musicales, arquitectónicos o de la guerra, les permite destilar la energía y adrenalina necesarias para alargar su vida, aunque no pueden alcanzar la inmortalidad. Entre sus luces y sombras coincidirán Adrián y Aurora, condenados a una constante lucha entre los sentimientos y la razón, entre lo que son y lo que podrían ser.
Creo que esta novela me tocó en un sorteo de internet, porque no recuerdo haberla comprado. Gracias a dicho sistema, estoy conociendo autores que no son de gran público. De algunos, es comprensible el porqué. De otros, como Meritxell Puig Artola, cabe pensar que merecería tener más repercusión ya que su libro se lee con interés y agrado además de que está correctamente escrito, sin faltas de ortografía y puntuación, tan importante para mí, como sabéis.
Sin tener idea del argumento, he encontrado una trama curiosa, a medio camino entre lo romántico y lo fantástico, con una raza de humanos con mentes privilegiadas que pueden acceder a los cerebros superdotados para, como reza el título, robar sus talentos.
Inmersa en la intriga, no dejaba de darme cuenta de que se acercaba el final y no quedaban suficientes páginas para concluir la trama, aunque podría conformarme con cómo termina si no quedase otro remedio. Con esa penita, deduzco que la autora continuará con la trama en otro volumen. Eso espero.
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