Sinopsis:
Cuando el vuelo KA29 sufre un secuestro durante su trayecto de siete horas de Dubái a Londres, Sam Nelson, consumado negociador corporativo, intenta echar mano de su pericia profesional para intentar salvar a todos los pasajeros. Pero su estrategia de alto riesgo podría ser su ruina.
Durante siete episodios (la verdad, sobran algunos) he estado pendiente de la evolución de un secuestro aéreo que hace que se te quiten las ganas de embarcar en un avión. Por Dios, qué angustia vivir horas encerrada en un espacio pequeño, sin apenas capacidad de movimiento, a merced de hombres armados dispuestos a matar o morir. A ningú que li passe!
Además de las circunstancias personales de pasajeros y secuestradores, nos presentan al personal de los aeropuertos y de las fuerzas de seguridad que intentan hacer aterrizar el avión sin víctimas.
Menos mal que entre los pasajeros se encuentra ese pedazo de tiarrón que es Idris Elba, que, quieras que no, trasmite seguridad.
Lo que me dejó un poco descolocada fue el motivo del secuestro. No lo voy a desvelar por si queréis ver la serie y porque tampoco me quedó muy claro.
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