Sinopsis:
Un maestro del comportamiento humano encuentra por fin a su pareja, cuyo comportamiento es incapaz de predecir.
Empecé a ver esta serie por el buen recuerdo que guardo del actor protagonista, Jesse L. Martin, como suegro de Flash. Además, resulta interesante el planteamiento de cómo nos engañan los sentidos o cómo se nos puede manipular sin que nos demos cuenta, aspectos, entre otros, en los que es experto el profesor que encabeza la serie.
Tras la sorpresa de los primeros episodios, el resto decayó para mí gusto. Aun así, la terminé de ver, por el carisma del protagonista y el de su hermana, una lesbiana espectacular de cortísimo pelo rosa.
Si continúa en una segunda temporada, no creo que la siga.
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