Sinopsis:
Años 20. En la ciudad costera de Littlehampton, la devota Edith Swan y otros habitantes de la localidad empiezan a recibir escandalosas cartas escritas con un lenguaje tan excéntrico como obsceno. Rápidamente las sospechas recaen sobre Rose Gooding, una vecina impetuosa que ve cómo su libertad y la custodia de su hija peligran debido a estas acusaciones. Mientras las cartas siguen asolando la población, la agente de policía Gladys Moss pondrá su ingenio a trabajar para resolver el misterio y atrapar al verdadero culpable de todo este embrollo.
Con mis amigas Mari Pau y Nati fui al cine a ver Pequeñas cartas indiscretas, una especie de comedia de época, ambientada en un pueblo inglés tras la gran guerra. Qué arte tienen los británicos para este tipo de películas, tan bien recreadas, con diálogos chispeantes y un plantel de actores espléndidos, a cuya cabeza destacan las dos protagonistas, interpretadas por Olivia Colman y Jessie Buckley, brillantes ambas, sobre todo la primera, que me encanta.
He leído que está basada (supongo que libremente) en un hecho real, lo que es plausible. Lo que no compro es el empeño de la diversidad. Vale que no sea una película histórica y que no se le exige rigor, pero me chirría que en 1920 hubiera una mujer policía de etnia hindú ni mucho menos un juez negro. Opinión políticamente incorrecta, lo sé.
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