Sinopsis:
En el período comprendido entre las dos Exposiciones Universales de Barcelona de 1888 y 1929, con el telón de fondo de una ciudad tumultuosa, agitada y pintoresca, real y ficticia, asistimos a las andanzas de Onofre Bouvila, inmigrante paupérrimo, repartidor de propaganda anarquista y vendedor ambulante de crecepelo, y su ascensión a la cima del poder financiero y delictivo. Mendoza nos propone un nuevo y singularísimo avatar de la novela picaresca y un brillante carrusel imaginativo de los mitos y fastos locales. Una fantasía satírica y lúdica cuyo sólido soporte realista inicial no excluye la fabulación libérrima.
Tras las más de setecientas páginas de Domina tendría que haber elegido una lectura más ligera, no las casi seiscientas de esta novela. El caso es que, a raíz de,Sin noticias de Gurb, me apetecía leer algo más de Eduardo Mendoza y resulta que tenía este libro en casa.
Mendoza es un excelente narrador y no se hace pesada (a pesar de las numerosas digresiones) la epopeya de la construcción de la Barcelona moderna desde finales del siglo XIX hasta antes de la guerra civil, un periodo histórico fascinante relatado con una combinación de personajes ficticios y reales. Entre los primeros, el protagonista, Onofre Bouvila, que desde su origen paupérrimo logró la mayor riqueza, usando métodos no lícitos precisamente sino más bien criminales.
No hay en toda la novela un personaje que suscite empatía, en unos aspectos u otros retratan lo peor del ser humano.
Buscando una foto de la portada me ha saltado la información de que hay una película basada en la novela, dato que desconocía y que ha despertado mi interés. Si la encuentro por esas redes, la veré, que tengo curiosidad.
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